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- Festividad:
6 de diciembre
- Patrón:
liberación de presos, peligros de robo, conversión
de ladrones, panaderos, toneleros, navegantes, niños,
cerveceros, novias, encarcelados, toneleros, barqueros, farmacéuticos,
pescadores, Grecia, jueces, contra los juicios injustos, estibadores,
Lorena, doncellas, comerciantes, recién casados, empleados
de parroquias, prestamistas, peregrinos, pobres, encarcelados,
Rusia, marineros, escolares, limpiabotas, Sicilia, solteras,
estudiantes, viajeros, muchachas con deseos de casarse.
(Fuente: Patron Saints Index) |
HIMNO
Desde este mar proceloso
Oh Padre San Nicolás,
Conduce al puerto seguro
Desde la patria celestial.
De las luchas de la
vida
Y mortales tempestades
Sálvanos por tu favor
Y virtudes singulares.
Siempre acudes en socorro
De cuantos tu auxilio imploran
Enfermos y navegantes
Pobres o ricos te invocan.
Por tu santidad eximia
E intercesión poderosa,
Haz que elegidos seamos
A la eternidad dichosa.
A los fieles que devotos
Vuestro culto propagamos
Haznos merecer la gloria
Amando a nuestros hermanos. Amén
Oración. Imploramos, Señor, suplicantes,
tu misericordia, y por tu intercesión de San Nicolás,
Obispo, guárdanos de todos los peligros, para que se nos
muestre expedito el camino de salvación. Por Jesucristo
Nuestro Señor. Amén. |
ORACIÓN
I
¡Oh glorioso san Nicolás
mi especial protector! desde aquella morada de luz, en que gozáis
de la presencia divina, volved piadoso vuestros ojos hacia mí,
y alcanzadme del Señor aquellas gracias y auxilios convenientes
a mis presentes necesidades, tanto espirituales como corporales,
y en particular la gracia (mencionar aquí), que sea conducente
para mi eterna salvación. Proteged también, oh
glorioso santo obispo, a nuestro Sumo Pontífice, a la
Iglesia santa y a esta devota ciudad. Reducid al camino recto
de la salvación a los que viven sumidos en el pecado,
o envueltos en las tinieblas de la ignorancia, del error y de
la herejía. Consolad a los afligidos, socorred a los necesitados,
confortad a los pusilánimes, defended a los oprimidos,
asistid a los enfermos; y haced por fin que todos experimenten
los efectos de vuestro poderoso patrocinio para con el supremos
Dispensador de todos los bienes. Amén.
Rezar un padrenuestro y
avemaría.
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ORACIÓN
II
¡Oh bienaventurado San
Nicolás de Bari! a quién Dios ha glorificado con
innumerables milagros manifestando su voluntad de que acudamos
a ti, en los momentos difíciles de nuestra vida, confiados
en tu protección.
¡Oh portento de caridad!
al que acuden las familias, los pobres, los enfermos, los comerciantes,
los empleados, los presos, los niños, las doncellas en
peligro; yo, humildemente te pido me alcances la gracia que de
ti espero, confiado en tu valiosísima protección,
la que nunca niegas a tus devotos, para que favorecidos por tus
bondades, cantemos una vez más las misericordias del Señor,
y las maravillas de sus santos. ¡Providentísimo
San Nicolás! no me abandones. |