ORACIÓN DEL
ACORDAOS PARA TODOS LOS DÍAS
ACORDAOS, ¡oh Nuestra
Señora del Sagrado Corazón!, del inefable poder
que vuestro Hijo divino os ha dado sobre su Corazón adorable.
Llenos de confianza en vuestros merecimientos, acudimos a implorar
vuestra protección. ¡Oh celeste Tesorera del Corazón
de Jesús, de ese Corazón que es el manantial inagotable
de todas las gracias, y el que podéis abrir a vuestro
gusto para derramar sobre los hombres todos los tesoros de amor
y de misericordia, de luz y de salvación que encierra!
Concedednos, os lo suplicamos, los favores que solicitamos.
No, no podemos recibir de Vos
desaire alguno, y puesto que sois nuestra Madre, ¡oh Nuestra
Señora del Sagrado Corazón!, acoged favorablemente
nuestros ruegos y dignaos atenderlos. ¡Así sea!
¡Ntra. Señora
del Sagrado Corazón, rogad por nosotros!
(Repetir con fervor tres
veces.)
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ORACIÓN PARA
SUMARSE A LAS INTENCIONES DE LA ARCHICOFRADÍA [2]
¡Oh Nuestra Señora
del Sagrado Corazón! Miles de asociados de vuestra Archicofradía
universal comienzan en este instante, y a todas las horas del
día, sus Novenas, acogiéndose a vuestra omnipotente
intercesión ante e! Corazón de vuestro Divino Hijo,
y como Abogada que sois de las Causas Difíciles y Desesperadas.
Queremos hacer también nuestras esas súplicas,
oh amorosa Madre: nos sumamos, pues, a esas peticiones confiadas,
y os las presentamos aquí todas unidas cual si fuesen
nuestras, a fin de que las súplicas incesantemente repetidas
de tantos y tantos hijos, hagan fuerza en vuestro Corazón
de Madre. Mirad que es vuestra inmensa familia de asociados,
extendida por toda la superficie de la tierra, quien con nosotros
se interesa por las peticiones que en esta Novena os recomendamos.
Que el clamor universal de vuestros hijos os haga propicia en
favor nuestro, oh Madre siempre amada. Así sea.
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ORACIÓN PREPARATORIA
PARA TODOS LOS DÍAS
Dios omnipotente, ante cuya soberana presencia dedicamos a María
esta Novena bajo el excelso título de Nuestra Señora
del Sagrado Corazón, derramad sobre nuestras almas vuestras
más abundantes misericordias y abrasadlas en el fuego
santo de la caridad, para que nuestra devoción a la Purísima
Madre del Verbo hecho carne, al paso que redunde en obsequio
de Aquella que es Todopoderosa en sus súplicas al Corazón
de Jesús, nos alcance su maternal protección, y
sea poderoso auxilio que nos conserve en el camino del bien en
esta vida, fuerte escudo que nos defienda contra los ataques
de los enemigos de nuestra salvación y segura esperanza
de la gloria que nos está prometida
Amén.
Léase a continuación
la meditación correspondiente al día de la Novena.
DÍAS
1 | 2 | 3
| 4 | 5
| 6 | 7
| 8 | 9
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DÍA PRIMERO
EL PODER INEFABLE
DE NTRA. SRA. DEL SAGRADO CORAZÓN
Comenzar con la oración
del Acordaos y la oración preparatoria para todos
los días.
MEDITACIÓN
Aquí nos tenéis postrados ante Vos, ioh Nuestra
Señora del Sagrado Corazón!, y bien sabéis
el motivo que nos hace dar hoy principio a esta Novena de preces.
Somos débiles y venimos extenuados de fatiga a haceros
presente el enorme peso de nuestras penas, la dificultad de nuestras
empresas, la gravedad de nuestras luchas.
Vos sois poderosa, ¡oh
María!, y podéis venir en nuestra ayuda.
Sí, lo confesamos, ioh
Nuestra Señora del Sagrado Corazón! Grande fue
el poder de Josué, maravilloso el de Moisés cuando
hizo salir agua de la roca, sorprendente el de Elías haciéndose
obedecer de los elementos; pero mayor aún, más
admirable y más sublime es el poder que os ha concedido
a Vos el Corazón de vuestro Hijo, Jesús.
Más noble que el de
los Profetas, más duradero que el de los reyes, más
sublime que el de los Angeles, más ilimitado que el de
todos los espíritus celestiales, vuestro poder se extiende
sobre todo el mundo; una sola súplica salida de vuestros
benditos labios, una sola mirada vuestra adquiere sobre el Corazón
de vuestro divino Hijo una influencia inenarrable.
A la voz de su Madre Inmaculada,
nuestro Soberano Juez perdona nuestros pecados y cierra el abismo
de los infiernos abierto bajo nuestros pies; nos abre las puertas
del Cielo, hace bajar sobre nosotros gracias saludables y nos
alcanza todos los medios necesarios para llegar a la Patria bienaventurada
de los elegidos.
He aquí lo que me mueve,
ioh Nuestra Señora del Sagrado Corazón!, a acudir
a Vos. El solo pensamiento de que podéis hacerme bien,
me consuela y me fortalece. Tengo motivos de esperarlo todo de
una Madre que es al mismo tiempo tan poderosa y tan buena.
Terminar con la oración
del Acordaos y la invocación: ¡Nuestra Señora
del Sagrado Corazón, rogad por nosotros (repetir 3 veces).
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DÍA SEGUNDO
LA MEJOR ABOGADA
Llenos de confianza en vuestros merecimientos.
Comenzar con la oración
del Acordaos y la oración preparatoria para todos
los días.
MEDITACIÓN
¡Oh María!, para alcanzar una gracia nos valen poco
nuestros méritos, porque son débiles, escasos y
con frecuencia están envueltos en nuestras faltas cotidianas.
Es, pues, necesario, que elijamos
una Abogada que pueda interceder por nosotros delante de Nuestro
Señor Jesucristo.
Esta Abogada sois Vos, ¡oh
Nuestra Señora del Sagrado Corazón!
Hijos de Eva, desterrados,
desgraciados, elevamos nuestros clamores hacia Vos.
Suspiramos a Vos gimiendo y
llorando en este valle de lágrimas.
Oh Abogada nuestra!, vuelve
a nosotros esos tus ojos llenos de misericordia.
Vos sola tenéis más
méritos que todos los Santos juntos; vuestro amor por
nosotros es inmenso; vuestra súplica es todopoderosa;
vuestra petición sin repulsa.
Animo, pues, ¡oh alma
mía! La gracia que solicitas es preciosa, pero más
preciosa es todavía la protección que te concede
María. Échate en sus maternales brazos y dile:
¡oh Madre mía, dignaos venir en nuestra ayuda! A
nadie veo más digno que a Vos de hablar al Corazón
de Jesús (San Bernardo). No conozco misericordia superior
a la vuestra, después de la de Jesús, para que
se encargue de nuestros intereses y haga triunfar nuestra causa.
Imploramos, pues, vuestra generosa
asistencia, ¡oh nuestra muy amada Soberana! Echad un velo
sobre nuestras indignidades; cubridnos, os lo suplicamos, con
el manto de vuestras virtudes; vestidnos con vuestros innumerables
merecimientos.
Os lo pedimos en nombre del
amor ardiente que habéis profesado siempre a vuestro divino
Hijo, en nombre de la devoción sin límites que
continuamente le habéis manifestado, y sobre todo, en
nombre de la mucha parte que habéis tenido en las congojas
y crueles amarguras de su Corazón.
Terminar con la oración
del Acordaos y la invocación: ¡Nuestra Señora
del Sagrado Corazón, rogad por nosotros (repetir 3 veces).
__________
DÍA TERCERO
LA PROTECCIÓN
DE NTRA. SRA. DEL SAGRADO CORAZÓN
Acudimos a implorar vuestra protección
Comenzar con la
oración del Acordaos y la oración preparatoria
para todos los días.
MEDITACIÓN
¡Qué reino es nuestro corazón! La naturaleza
y la gracia le cercan a su vez; el espíritu del bien y
el espíritu del mal se le disputan a porfía, pero
nosotros somos únicos dueños de darle a quien nos
plazca.
Sin embargo, infinitamente
más apetecible es el Corazón de Jesús, ese
vasto reino en donde habita el amor divino con sus infinitas
misericordias. En El se encuentra la justicia y la paz; las riquezas
de la eternidad en El abundan; en El florecen todas las virtudes;
en El se encuentran el Cielo y la tierra; en El se dan el ósculo
de paz Dios y el hombre, y María es la única que
puede introducirnos en ese asilo de la verdadera dicha.
Vos tenéis siempre un
libre acceso a El, ¡oh Nuestra Señora del Sagrado
Corazón! Vos podéis alcanzar la entrada en El para
los que vuestro amor protege.
¡Oh Madre muy amada!
Acordaos de que somos vuestros hijos; que estamos bajo vuestra
protección y que queremos permanecer con Vos en el reino
del eterno amor; y vednos hoy humildemente postrados a vuestros
pies, para pediros una nueva prueba de vuestra maternal y augusta
liberalidad.
¡Oh celeste Tesorera
del Corazón de Jesús! Vos sois rica y nosotros
somos pobres; Vos todo lo tenéis, y nosotros no tenemos
nada. Viéndonos postrados ante Vos, ¿permaneceréis
insensible a nuestros gemidos? ¿Será inútil
que permanezcamos cerca de Vos y que llamemos a la puerta del
Corazón de vuestro divino Hijo? ¿Por ventura no
sois Vos la Madre de Misericordia?
No tengáis a menos socorrer
a hijos que gimen bajo el peso de tantas tribulaciones, libradlos
de tantos males como les afligen y apartad de ellos los ataques
de su infernal enemigo.
¡Oh Nuestra Señora
del Sagrado Corazón! Que vuestro virginal manto cubra
siempre a vuestros hijos; guardadlos, son vuestros para siempre.
Terminar con la oración
del Acordaos y la invocación: ¡Nuestra Señora
del Sagrado Corazón, rogad por nosotros (repetir 3 veces).
1. La
novena está tomada de un folleto de los Misioneros del
Sagrado Corazón y es de autor anónimo. Aunque es
un poco larga, el texto de las meditaciones es muy bonito. Su
rezo está especialmente recomendado en situaciones difíciles.
De esta advocación dice San Efrén: "Ella
es la esperanza de los desesperados". [Volver]
2. Acerca
de esta oración se puede leer en una nota del folleto
la siguiente: "Recomendamos encarecidamente a las personas
que recen esta oración, se inscriban en la Archicofradía,
pues sólo así recibirán la eficacia de las
peticiones de todos los asociados a favor de sus propias intenciones.
Se recomienda también
insistentemente a cuantos hacen la Novena, la santifiquen con
una buena confesión y comunión, de cuya excelente
práctica depende muchas veces el fruto de la misma."
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